“En nuestro país, cada cuatro horas hay un suicidio; la mayoría se produce en menores de 24 años”. Depresión, aislamiento emocional, pérdida de autoestima, estrés, problemas mentales, fantasías románticas, gusto por el peligro, abuso de drogas y alcohol, disponibilidad de armas de fuego..., todo esto se puede resumir en “falta de un perfil personal consistente”.La cruda realidad del suicidio no es privativa de nuestro país: distintos informes señalan que por ejemplo, en Suiza y Francia, el suicidio es una de las principales causas de mortalidad en personas cuyas edades están comprendidas entre los 15 y 29 años, o también que durante 1999 en los Estados Unidos se suicidaron cerca de 2500 jóvenes menores de 20 años, constituyendo un importante problema de salud pública. Similar realidad se explicita para el caso de México.
Otro dato más: cada 40 segundos se produce algún suicidio en el mundoEl suicidio de adolescentes es una tragedia que afecta no sólo al individuo, sino también a la familia, los amigos y la comunidad donde vivía. A menudo el suicidio se vive como un fracaso personal por parte de padres, amigos y médicos que se culpan por no detectar signos que los alerten. También es considerado como un fracaso por la comunidad, al servir de vivo recordatorio de que la sociedad, a menudo no entrega un ambiente saludable, de sostén y educativo donde los niños crezcan y se desarrollen.Me doy cuenta que a veces la problemática que está detrás de un suicidio es mucho más compleja que hablar de falta de amor.
Lamentablemente también se Incrementaron los casos de fugas de hogar porque los chicos “no se bancan” los problemas de sus casas. Hay más consultas por trastornos de la conducta alimentaría, y más casos de adolescentes víctimas de abusos y malos tratos. Así es cada día que pasa los problemas en el mundos se vuelven mas severos, los tiempos están cambiando y yo me pregunto ¿Que estamos haciendo de nuestro mundo, ¿Que somos nosotros, monstruos? Tenemos que hacer conciencia para sacar adelante a nuestro mundo todavía estamos a tiempo solo que antes de que sea demasiado tarde.